«No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra». Gálatas 6: 7, NVI
Llegó a la ciudad persiguiendo el propósito de Dios para su vida. Su anhelo era estudiar en la universidad adventista de aquella ciudad y allí encontrar su futuro. Una familia le brindó muy generosamente una habitación en su humilde casa y ella la aceptó con gusto. Era una familia de escasos recursos, por eso ella decidió compartir los bonos de comida que mensualmente recibía de una entidad gubernamental. Lo hizo todo el tiempo que vivió con ellos. Terminó sus estudios y se casó. Su familia creció con los hijos que le nacieron y, con ellos y su esposo, vivió feliz mucho tiempo.
Cuando sus hijos crecieron y estaban en edad de iniciar la universidad tomaron la decisión de regresar a aquella ciudad para que sus hijos tuvieran la oportunidad de estudiar en la universidad adventista. Las cosas marcharon bien por un tiempo, pero repentinamente todo cambió. El esposo se marchó con otra mujer, se volvió irresponsable y dejó de ayudarlos financieramente.
Ella decidió luchar por sus hijos. Sin embargo, los gastos eran mucho mayores que las entradas, y pronto comenzó a tener dificultades. Dejó de pagar la cuota del apartamento, tuvo que hacer importantes recortes en su alimentación y en muchos otros aspectos.
Un día no había alimentos en casa y le angustiaba que sus hijos llegaran de la universidad y no encontraran nada para comer. Oró a Dios para decirle que confiaba en su misericordia. Cuando terminó de orar escuchó el timbre de la casa. Abrió y allí estaba la hija de la familia a la que había ayudado con sus bonos cuando era estudiante. Ahora era esposa de pastor y estaba allí para entregarle alimentos, ¡suficientes para varias semanas! Había ido para agradecerle por su generosidad del pasado al compartir los bonos alimentarios con su familia.
Al final, sus hijos terminaron sus estudios en la universidad gracias a su arduo trabajo y también porque ella cosechó lo que había sembrado en el pasado.
Tal vez no hoy ni mañana, pero todos, en algún momento, cosechamos lo que sembramos. Hoy @Dios te pregunta: «¿Qué estás sembrando con tus acciones, con los libros que lees, con los comentarios que publicas en tus redes y con tu actitud?». Siembra amor, siembra bondad, siembra buenas acciones y cosecharás los resultados.
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Le damos las gracias a Dios por los videos publicados, todo sea para Su honra y gloria!
Musica de videos y podcast: Benson
Y Gracias a Ti por vernos, un abrazo AD7… Hasta la próxima
Devoción Matutina 2022 / Devocional para Jóvenes 2022
Autor: Edgar Redondo Ramirez
Este libro de lecturas devocionales trata acerca de los mensajes y contiene reflexiones basadas en relatos y anécdotas de la historia, así como vivencias y testimonios personales que tienen el objetivo de mostrarte una faceta fresca de Dios cada día. En cada lectura podrás conocer un poco más y mejor a Dios, así como aprender de sus distintos atributos, como santidad, justicia, protección y salvación. Descubrirás, entonces, que Dios es tu Pastor, que te da paz, que provee para suplir tus necesidades, que es tu estandarte y tu torre fuerte. ¿Estás listo para recibir el mensaje de @Dios?
Devoción Matutina para Jóvenes 2022 – Lecturas devocionales para Jóvenes 2022